jueves, 26 de abril de 2012

El punto ciego

Es la historia que en algunas ocasiones se repite en personas delicadas, frágiles por sus circunstancias, seres humanos llenos de sensibilidad donde se crean un mundo particular, un mundo hecho a medida de positivismo pero de falsa realidad. Y una cosa es lo que nos gustaría que pasara y otra muy distinta es lo que pasa de verdad.
Y ¿que ocurre cuando se vive al margen de la realidad? Puede ser que no aprendamos de los errores, de las dificultades, de las posibles soluciones y sin darse cuenta llega la autodestrucción,se llega a un punto ciego...
Haciendo una comparativa,en la parte posterior del ojo, tenemos una zona que carece de terminaciones nerviosas y no registra las variaciones luminosas que llegan del cristalino, con lo cual se pierde información que va dirigida a nivel cerebral. Es por eso que se llama punto ciego y es lo que ocurre cuando se tiene dificultad para ver las cosas tal y como son psicologicamente hablando.
Los puntos ciegos son eficaces para mentes hipersensibles al sufrimiento y proporcionan consuelo pasajero a los miedos. Es un descenso de la conciencia para protegerse de la ansiedad pero esa ansiedad en ocasiones es necesaria para alertarnos del peligro y empezar a comportarnos de tal manera que nos ayude a salir del bache.
Imaginemos que la vida es una rotonda,ésta tiene la función de repartir el tráfico dentro de un cruce de caminos...En algunas ocasiones de la vida, tenemos que dejar una dirección para coger otra y cada rotonda que nos encontremos en el asfalto de la vida, va a ser distinta en su salida.
No se puede aprender y evolucionar si no prestamos atención a esas cosas oscuras que aparecen a lo largo de la vida y que en estos casos se apartan para no sufrir pero es que el ser humano  va evolucionando gracias a las experiencias vividas, asumidas y maduradas. A veces, en esa rotonda, ¿quién no ha dado más de una vuelta para aclarar las ideas en cuanto a la dirección que tiene que tomar? Hay que prestar la atención justa para obtener la información correcta y así buscar la salida que mas se ajuste a ese camino actual. Pero, ¡cuidado!, sin producir un "atasco vital" ya que corremos el riesgo de colapsar la rotonda y que los demás no puedan circular adecuadamente. Si se permanece constantemente en la rotonda, no se llega a ningún destino, a ninguna solución y las responsabilidades familiares, laborales,etc no se llegan a cumplir.
William James(filósofo estadounidense y fundador de la psicología funcional) dice que la experiencia de cada uno es aquello a lo que se está dispuesto a prestar atención. ¿Dónde está entonces el límite? ¿Qué es lo mas saludable y adecuado cuando se tiene un problema? ¿Vivir en los mundos de Yupi o regodearnos en el dolor?
Pues ninguna de los dos extremos, busquemos el equilibrio:el valor de buscar la verdad y llevarla a la conciencia es el primer paso para afrontar situaciones que a veces son realmente duras pero necesitan de una activación o bien para solucionarlas o bien para adaptarlas a las circunstancias de cada uno.
Volver a retomar el camino al mundo real, sintiendo y dándole el valor necesario a pesar de que el trayecto pueda ser duro, es la salida que mejor se adapta para llegar al destino que queremos, que soñamos y que proporciona la calma y la estabilidad que toda persona desea.