miércoles, 9 de diciembre de 2020

Firmamento ARIES

Te marchaste;

Con ese adiós organizado,

Con mi amor entrelazando tus manos

Y tu eterna fuerza para dar el paso.

Te marchaste;

Atravesando el cielo

partículas de Aries olor a incienso

que ardientes arden en el firmamento.

Te marchaste;

Con las nubes de color fuego,

avisando cada año de tu rezo

sin luna que oculte el lienzo,

pintada en la cola del viento.

Te marchaste;

Convertida en estrella sin miedo,

Hamal brillante parpadea sueños

en la dimensión de emociones que siento,

aceptando que en unos segundos te pierdo.

Te transformaste;

En luz naranja nocturna,

vellón dorado que alumbras

senderos de diciembre en penumbras

cuando me pierdo taciturna.

Te encendiste;

radiante y elegante en Fuente Obejuna

recitando coplas llenas de dulzura 

cantares de la energía más pura

que emana desde Gracia hasta las alturas.

Allá tu alma brilla más que nunca...




martes, 29 de septiembre de 2020

Pertenezco al otoño

Pertenezco al otoño, a la estación que me susurra todo lo perdido, que me avisa de los cambios de sentido y del comienzo de un final de etapa donde me rindo.

Mirando al horizonte ocre diviso que llueven hojas secas que caen a mis pies cansados envolviendo deseos de un camino de vientos diferentes y alfombras bordadas de un porvenir pendiente de existir.

Pertenezco a los marrones de mis ojos, lo dorado de su alma  y a ese corazón rojo que abraza la manta de antojos que me impulsa a experimentarte en un octubre rodeada de rastrojos.

Me pertenezco porque soy mía desde que me quiero. Desde mis estaciones frías, desde mis anhelos. Soy mía porque os recuerdo. Desde mi cuerpo, desde mis guías que están en el cielo, la tristeza se transforma en armonía peinando mi pelo, lento, muy lento para sentir el aliento del vacío y la evolución de mi tiempo. 
Lo lamento...

Llévate ahora mis equivocaciones y tatúame en la sien mil perdones para emprender una nueva versión de los limones mezclados con la miel.
Aprender...

Sale el sol tímido de los secretos de ayer, nubes claras de un atardecer que llega para descansar después en mi estrella del mañana. Hoy te necesito aquí, melancolía, sentirte desde mi ventana para luego cerrarla en cálidos abrazos en forma de nana desgarrada.
Estoy adaptada...

Pertenezco al mundo de emociones, a las rotondas de varias direcciones y a la psicología del no me encuentro. Porque estoy dentro de los ciclos de la vida y fuera de las mentiras de un momento. Me pertenezco sin saberlo, siempre cercana me protejo y me alejo para que el dolor del sentimiento busque los argumentos del silencio.
Me acepto.

Pertenezco al otoño porque ahí me transformo en fuego que calienta mis huesos y mutará mi piel. 
Pertenezco al otoño y siempre perteneceré.




jueves, 23 de julio de 2020

Dibujando me pierdo, escribiendo me encuentro.

En ocasiones daría cualquier cosa por evadirme, por esconderme en la oscuridad fluorescente y en sonrisas desproporcionadas para paliar alguna que otra realidad incandescente elevada a temperaturas de un primer verano sin ti. 
Irradio electromagnetismo mientras me pierdo en rojos y blancos, entre levedad y peligro o entre las sombras y el  viento de tus manos.
Dibujando me pierdo entre la multitud imaginada y las historias que me invento para que el dolor duela menos y tu arcoíris florezca aunque no llueva. Tu influencia de luz blanca siempre descompuso los colores de mi vida y así es como intento crearla, mantenerla y disfrutarla. Me gusta pintarte en un recuerdo lejano y escribirte en un olvido añil y cercano.

Así es como otras veces te formo en palabras y me encuentro desde mi raíz hasta mi tallo analizando las letras que conforman un sinfín de experiencias, de aciertos y errores aprendidos cuando mis emociones me susurran al oído con tinta de hilo y pluma de lino.
Y es que la escritura es terapia para los sentidos y una de las mejores formas de encontrarte contigo  misma, con las luces y las sombras de tu ser, con lo bonito y lo feo que una tiene. De ahí parte la aceptación y de manera evolutiva, la adaptación a nuevos tiempos, a cambios de una misma esencia, a versiones contrastadas y lanzadas al estrellato de la vida. 

Inicialmente me evado y me pierdo. La desinhibición dibuja la desconexión para dar una vuelta a un retiro de pinceladas, de coloraciones estacionales y de contrastes infinitos donde luego poder navegar y descubrir cada rincón desconocido de mi misma.
Por último me busco y me encuentro. Recupero el control y escribo la letra de mi poema de encuentros y desencuentros, me perdono los pecados de aprendizaje y me abrazo a la metamorfosis contratando la mudanza para una nueva armonía sin ti pero conmigo.

A veces, para poder encontrarme primero tengo que perderme. Ir a lo más lejano para poder encontrar lo más cercano. Los contrastes ilógicos suelen tener una conexión en su diferencia. Sin blanco no tengo colores, sin tristeza no descubro los momentos de felicidad y sin el error no hay enseñanza.

Ahora estoy floreciendo para poder recoger mis frutos en la lavanda de mis sueños.
Ahora estoy dibujando el escrito de mi encuentro.

viernes, 1 de mayo de 2020

Reflexiones en tiempos de CORONAVIRUS

Vivir sola no implica vivir en soledad y en esta temporada que nos ha tocado experimentar de estar confinados por el Covid-19, me ha dado la oportunidad de redescubrirme, relajarme, parar mi ritmo frenético de antes y fomentar el autocuidado.

La red social que tenía fuera de casa, la tengo ahora adaptada a las circunstancias. Y es que una cosa es estar sola(físicamente) y otra muy distinta es que me sienta sola(emocionalmente).

Mis hábitos los he tenido que ir tejiendo durante el primer mes por esa obligación de quedarme en casa por mi condición de población de riesgo. Ha sido uno de los factores que me han proporcionado estabilidad, tranquilidad y bienestar. Marcarme algunas metas a corto- medio plazo, con una perspectiva quincenal, ha hecho que pueda haberme adaptado adecuadamente.


Al final, experiencias pasadas como estar ingresada durante varios meses o en otras ocasiones, guardar reposo en el domicilio, me han ayudado a relativizar y adaptarme más rápido en estos tiempos de coronavirus. El objetivo es el mismo: cuidar de mi salud y automáticamente la salud de los demás.


Y llega la famosa desescalada en 4 fases y observo como el resto van saliendo escalonadamente,poco a poco mientras soy consciente desde la ventana, que yo ni si quiera estoy dentro de esas fases por mi condición de paciente inmunodeprimida. 


Haciendo un símil, es como cuando estaba hace años ingresada en el hospital y la compañera que estaba en la cama de al lado, se iba antes que yo con el alta hospitalaria entre sus manos y esa ilusión que se tiene cuando tu médico te da la noticia de que puedes irte sin riesgos puesto que la sintomatología está controlada. Y sonrío, me alegro por ella y suspiro. Ese suspiro de melancolía con mezcla de tristeza porque no es el momento aun de estar preparada para salir.


Parece que la vida en general es cíclica como lo son las horas, los meses, las estaciones...Algunos días estoy arriba y otros estoy abajo...La vida, mi vida, tu vida es continuo movimiento.


Y finalizo como he empezado. Vivir sola no implica vivir en soledad porque el estado de alarma me ha dado la oportunidad de generar cambios en forma de rueda para entender que mis inviernos más tristes los he puesto en cuarentena dando paso a la esperanza  de una primavera y sus vaivenes que me preparará un próximo verano lleno de buenas expectativas y soles dispuestos a calentar las almas más congeladas.


Validemos nuestro estado anímico todos los días como el termómetro mide nuestra temperatura corporal para así poder hacer frente según estemos preparados, a las decisiones del día a día y así encontrar el bienestar.


Para ser feliz he optado cuidarme, protegerme, mimarme y dejar que me mimen solicitando la ayuda que vaya pudiendo necesitar a mi entorno más próximo, grupo de voluntarios y la solidaridad en general que sigue existiendo en esta sociedad.

El resto de los enojos enmascarados de tristeza en algunas personas me sobra y no los quiero. Está contraindicado con este tratamiento recomendado por vía intravenosa directo al corazón mental. Esa es mi determinación hoy.

Ojalá mis palabras puedan llegar a ser ese consuelo de aquellos enojados y enojadas contagiados de tanta desesperanza sin tener contacto directo conmigo, solo con mis palabras, esas que ahora se puedan leer y contagien evolución circular en estados de progresos.


"A ti, por ser incondicionalmente el camino a unos nuevos pasos donde la sombra de tus alas me acompañarán en la salida"