Te marchaste;
Con ese adiós organizado,
Con mi amor entrelazando tus manos
Y tu eterna fuerza para dar el paso.
Te marchaste;
Atravesando el cielo
partículas de Aries olor a incienso
que ardientes arden en el firmamento.
Te marchaste;
Con las nubes de color fuego,
avisando cada año de tu rezo
sin luna que oculte el lienzo,
pintada en la cola del viento.
Te marchaste;
Convertida en estrella sin miedo,
Hamal brillante parpadea sueños
en la dimensión de emociones que siento,
aceptando que en unos segundos te pierdo.
Te transformaste;
En luz naranja nocturna,
vellón dorado que alumbras
senderos de diciembre en penumbras
cuando me pierdo taciturna.
Te encendiste;
radiante y elegante en Fuente Obejuna
recitando coplas llenas de dulzura
cantares de la energía más pura
que emana desde Gracia hasta las alturas.
Allá tu alma brilla más que nunca...
Buah... bestial Mabel... Precioso... Profundo, sensible, inteligente, emocionante como te dije... y veo a tu mamá en el cielo de esas imágenes.. Está ahí! Que aaaaamazing maja! BRAVO!
ResponderEliminarAsí es, ahí está en todos los cielos de diciembre. Ella y sus colores reflejan la transformación de la energía más pura. Gracias por leerme y por emocionarte.
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