Pueblos que
habitan en las montañas,
entre la Marina,
el Campoo y el Ebro.
Pueblos y
vientos que asoman
para
decirte te quiero.
a
jugar con la ola que es dueña
de las
fantasías del hombre soñador
que surfea
emociones al sol.
Santillana
del Mar admira tus ojos
que
observan su villa medieval,
embelesado
en la profundidad
de sus
calles llenas de antojos.
Comillas
mezcla el barroco y las simas
imaginando
un capricho modernista,
y un
ángel que custodia un cementerio
donde
Llimona esculpió el símbolo del pueblo.
San Vicente
de la Barquera guarda al fondo Los Picos de Europa,
y su
estuario forma alfombras de color turquesa,
donde agua
dulce y salada arropan,
tus besos
de color de fresa.
Cansada
caigo en Liencres,
donde el
atardecer da paso a la bruma
de nubes en
forma de olas que se pierden
en la
admiración de tus suaves dunas.
Cantabria
descubrió algo más de ti…
ella me
acercó a tu interior,
ese que
navega
sintiendo tus olas y surfeando tu corazón.