martes, 4 de junio de 2013

Con tu sonrisa me quedo

 
El te me está esperando como siempre, humeante, caliente avivando mis sentidos. Que alegría saber que vuelves a sonreír...mientras yo sigo buscando mi calma y mi luz en el tiempo que me pertenece sin prisas.
 
Es posible que en tu felicidad encuentre mis ganas, la sombra que me da cobijo y la fuerza para vivir disfrutando de brisas en la mañana y de una buena copa de vino que embriague mi alma.
 
Una salida sin tenernos es la solución forzosa hacia mi futura sonrisa pero esta no será obligada sino que vendrá de buena gana, después de mil lágrimas y un suspiro por lo que pudo haber sido.
 
En estos días nacieron risas de alguien que quiso bailar conmigo... que bueno saber que existo para ese que se fijó pero lamentablemente esa música no se bailarla aun... ¿me esperas? Yo pienso que si doy unas clases de baile, podré llegar a disfrutar al ritmo de tu compás las melodías de la vida, según vaya surgiendo. Te prometo que no te pisaré.
 
Así que me quedo con esa alegría de otros, con la chispa del que sabe lo que quiere sin darse apenas cuenta y de la ilusión del que no me conoce y me inventa.
 
Déjame pararme un rato y observar la dinámica de los que me abrazan. De todas formas puede ser que mientras te miro descubra tierra en medio del océano.
 
Estoy intentando no engañarme, por eso te sugiero nada más que un beso en la frente, de esos que sirven para protegerme y limpiar mis duelos incandescentes de las noches sin referente.
 
En el recuerdo de la foto de un día renunciaré a lo que no supe cuidar porque tampoco me dejaste. Así que doy comienzo a un nuevo escaparate ya que el mundo se me ofrece cálido y vibrante a la vez que frío y silencioso.
 
Ya que eres tan feliz, me quedaré con tu sonrisa, a pesar de que últimamente no quieres enseñarla, al menos a  mi. Fíjate que mi objetivo siempre fue que tu mirada triste esbozara una sonrisa de mona lisa, ese misterio que te envuelve donde a veces pareces sonreír pero otras reflejas cierta amargura. Quizá solo sea mi imaginación a través de los muchos matices que me enseñas, quizá sean mis ojos y mi manera de percibirte.
 
Con tu sonrisa me quedo para recibir al otro, al mensajero de horizontes nuevos y grandes promesas. Que bonito es vivir aceptando tu felicidad plena sin arrepentirme de nada porque tu parte buena la tengo en la niña que me acompaña, tu parte menos buena me enseña lecciones y la mejor me recuerda que hubo un tiempo en que también me sonreíste.
 
Se acabó el te, comienzo a despejarme y se activan mis ganas... ¡Gracias por ser feliz!
 
*No soy lo que escribo, soy lo que tú sientes al leerme.