lunes, 29 de julio de 2013

Ágora

En el espacio abierto de tu ágora deseo reunir tus cualidades y mis diferencias. Hablar, discutir, comunicarnos, reír, sentirnos, percibir las almas...

En este verano nada peculiar, solo quizá seas el tiempo y el lugar donde vuelva a amanecer mis ganas, mi fe y la cura de mis heridas.
¿Dónde te gustaría reunirte? ¿En tu ágora o en la mía? Menuda sorpresa cuando de repente la vida de nuevo nos ha sacado a bailar en el centro de la pista...

Y quiero bailar pero es probable que aun te pise los pies así que ten paciencia, profesor, porque últimamente ando algo patosa pero mi conciencia me recuerda que antes del traspiés salía airosa de las discotecas de moda.

Así que hoy mi primera lección es entender que parto de cero, que hoy estoy contigo y que vuelvo a empezar en la puerta del Sol girando hasta Gran Vía cual remolino hacia mi rincón favorito: el mirador del Templo de Debod. Desde ahí contemplo como todo vuelve a brillar, a sonar distinto mientras el Palacio Real y la casa de Campo nos hacen un guiño de complicidad para que nos quedemos a ver el atardecer más hermoso de Madrid.

Ágora... el centro del comienzo, la discusión de la política de tus sentimientos y la entrada de una cultura de puertas abiertas a la filosofía de nuestras vidas. Comuniquémonos y solucionemos los problemas del mundo entonces...

" Muchos tontos se preguntan por qué las estrellas no caen del cielo, pero ustedes instruidos por los sabios saben que las estrellas no se mueven para arriba o para abajo, solo gravitan de este a oeste siguiendo la ruta del CÍRCULO. Si no hubiera un centro, el universo sería deforme, infinito, caótico..."¿Por qué no buscamos esas cosas que nos unen en lugar de buscar aquellas que nos separan? Te espero en mi centro que es el mismo que el tuyo...





jueves, 11 de julio de 2013

La libertad de cometer errores

Mi reflexión de hoy se trata de esos actos que cometemos cuando creemos que estamos en lo cierto y sin embargo nos llevan a tener fallos...los errores.
Tenemos la libertad de tomar nuestras propias decisiones y eso significa que también tenemos la libertad de cometer errores.
 
Los errores pueden hacer mucho daño pero al fin y al cabo éstos sirven para aprender de ellos ya que si no lo hacemos volveremos a caer una y otra vez en la misma piedra.
Por eso pienso que hay que ser conscientes del dolor que conlleva esos errores ya que así dejaremos de repetirlo.
 
Para aprender de un error, primero tenemos que ACEPTARLO, si, porque solo así evolucionaremos hacia la transformación. Esta es la razón por las que muchos seres humanos no aprenden porque suelen culpar a otras cosas o a otras personas de su error.
El problema de culpar a otras personas o a otros motivos de nuestros errores es que esto no evita el sufrimiento ni las consecuencias de ese error. Así se seguirá anclado en un callejón sin salida. Así dejaremos de crecer, de madurar y de aprender.
 
¿Sabes? Eres humano y como tal cometes errores y ese es uno de los aspectos más especiales que tienes para que en un futuro seas más sabio y más fuerte. De lo contrario en tu vida habrá mucho sufrimiento innecesario.
Cuando nacemos, y concretamente desde que comenzamos a observar a los demás, aprendemos, ya sea imitando todo cuanto hacen aquellos que nos rodean o bien practicando. El error es fundamental para que los niños puedan aprender, ya que le “enseña” que esa posición o que esa acción no es la adecuada, de forma que tienden a aprender a través de la experiencia.
 
Y ¿cómo se aprende de un error?
 
Lo primero es RECONOCER ese fallo. Siempre que decidimos algo intentamos acertar pero en algunas ocasiones nos equivocamos. Por eso, cada vez que tomes una decisión tienes que aceptar que habrá unas consecuencias positivas o negativas.
Hay que ser valientes y libres pero también conscientes y responsables de lo que se elige.
Voy a transformaros el concepto de error de forma real y positiva: todos queremos tener éxito en la vida y acertar en cada paso que damos. Para ello tomamos decisiones acertadas que son el resultado de experiencias y las experiencias suelen ser el resultado de las decisiones equivocadas que cometemos en algunas ocasiones.
Lo segundo es BUSCAR la solución a ese error. Pregúntate que daño has podido producir y si hay alguna manera de repararlo y si no es así, pedir disculpas y perdonarte por ello.
Y por último es TOMAR el error como un espacio de aprendizaje y hacerlo tuyo para poder marcar la diferencia entre fracaso y éxito.
En un futuro se logrará con estos tres pasos un mejor resultado.
 
Gracias a los errores de hoy, mañana serás una mejor persona. Te invito a que reflexiones acerca de los fallos para poder llegar a esa capacidad de incorporar información y modificar tu propio comportamiento en virtud de ella.
 
"Los errores más grandes no son aquellos que se hacen a voluntad, sino son aquellos que no se reconocen."