La abuela Lola
partió en un sueño de rosas,
entre cantares y morerías
de un barrio de Córdoba.
Se fue cuando ella quiso,
anunciando con bordados de hilo,
puntadas de palabras que advertían,
su salida hacia una nueva vida.
Esa mujer casi inmortal,
existirá en mi recuerdo de cristal,
reflejo de un reloj que va deprisa,
de las horas simétricas de su ritual.
Fuente-Obejuna llora
la muerte de mi abuela Lola;
102 años vividos como una señora,
37 momentos que tendré en la memoria.
porque en en tu historia seguirás viva
como " La Rebolla" que desde el cielo nos guía.
Qué bonito Mabel. Enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Dori
Gracias, preciosa!! Un abrazo para ti también.
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